Pasaron los dÃas y Hamelin se encontraba libre de ratas.
Esto se notó.
El gobierno del alcalde asumió toda la responsabilidad, asegurando que el estricto régimen de ayuno y oración finalmente habÃa rendido frutos.
Al Cuarto Poder, Venerados Encargados de la Opinión Pública™, le dio por rumiar sobre la importancia histórica del evento.
“¿Se cantará del Alcalde Lañonga 3º y la Gran Inundación de Ratas, que supuestamente acabamos de dejar atrás, con tanto fervor y adoración como se canta de su padre?â€
El padre del Alcalde Lañonga, el H. Lic. Don Alcalde Lañonga Junior, habÃa sido el alcalde de Hamelin durante la Gran Ofensiva de Palomas de la generación anterior. Aún se cantaban canciones románticas de su heroÃsmo.
“Ya lo creo. Absolutamente, Chuck. El alcalde es un reformista y un visionario, un verdadero intelectual con Mandato Divino. Su lugar en la historia está garantizado.â€
“Ah qué Sancho, ustedes los liberales dicen tantas jaladas… ponen a Hamelin en peligro con su estupidez— sus seres queridos deberÃan lincharlos por el bien común. El Alcalde Lañonga es un rojillo maricón e inútil que será el primero al paredón cuando los verdaderos patriotas de Hamelin se levanten en armas contra la opresión de las élites bebe-lattes…â€